Accioli es, por norma general, un apellido de origen italiano y no un nombre propio. Puede ocurrir que se utilice el nombre Accioli como primer nombre, pero esa no es la regla, sino más bien la salvedad.
Generalmente, en el momento en que los apellidos se usan como nombres propios, este fenómeno sucede por el deseo de honrar a alguna figura histórica o familiar esencial.
El nombre Accioli se deriva del substantivo acciaioli, que puede traducirse como fuelles, un instrumento que se usa para avivar el fuego.
Inicialmente, la familia se llamaba Acciaioli y no Accioli. Otras variantes del nombre Accioli son: Acciajuoli, Acyoly, Accioly o Accadrolli.
A lo largo del periodo del Renacimiento italiano, esta había sido entre las familias más esenciales de la zona de Florencia, una de sus ramas fue muy influyente en Nápoles y tuvo numerosos feudos.
La familia Accioli llegó a Brasil en el siglo XVI, con Simone Acciaiuoli instalándose en Madeira y sosteniendo una aceptable relación con la Corona portuguesa, que la insertó en el Brasil colonial y dejó que las ramas de la familia se originaran en Pernambuco, Ceará y Alagoas.
De esta manera, es viable percatarse de que la familia Accioli es de origen antiquísimo, habiendo sido fundamental en el Renacimiento italiano y siendo dueña de muchas riquezas anteriormente.
Según la numerología, la gente que se hacen llamar Accioli acostumbran a enseñar aspectos de alguien con una personalidad aventurera y llena de energía, formando un individuo muy decidida y activa. Accioli piensa que una vida sin retos y aventuras es monótona y hastiada. Por naturaleza, Accioli tiene las especificaciones que definen a un líder y, por consiguiente, atrae naturalmente a otra gente gracias a su entusiasmo. Accioli debe proteger que todas y cada una estas especificaciones no lo hagan mandón, increíblemente crítico o terco, pues si no posee precaución, el liderazgo puede mudar a la persona y hacerla molesto.