Aziz es un nombre masculino muy empleado en Arabia, Pakistán, Uzbekistán, al fin y al cabo, en los lenguajes árabes por norma general.
En Brasil, el nombre es poco recurrente pues el contacto que sucedió entre la civilización árabe y la civilización brasileira se causó mediante Portugal.
En el año 711, la Península Ibérica recibió un ataque de las tropas árabes desde el Ajustado de Gibraltar. Estos invasores se asentaron en el sitio, con bastante contacto con las etnias portuguesa y de españa. Su expulsión solo se causó en el siglo XV, con la Guerra de la Reconquista. Todos estos siglos de contacto hicieron que la civilización árabe generara efectos en portugués y uno de esos efectos fue la asimilación de ciertos nombres propios.
Como fueron los portugueses quienes colonizaron Brasil, los aspectos árabes que existían en su cultura pasaron a la civilización brasileira, pero de una forma considerablemente más enclenque, puesto que el contacto fue indirecto. En consecuencia, es viable, pero extraño, que Aziz se use como nombre propio en Brasil.
El nombre Aziz (عزيز) se proviene de la palabra árabe ‘azza (عزّ), que significa “ser poderoso” o “individuo cercano”. De esta manera, el significado del nombre Aziz es «poderoso», «respetado» o «amado».
En la civilización islámica, al-‘Aziz (العزيز) pertence a los noventa y nueve nombres de Alá, que significa «El amado».
Aziz, o Sebt Aziz, es asimismo el nombre de un espacio, más exactamente, de una comuna que se posiciona en Argelia, en la provincia de Médéa. Su población era de diez.765 pobladores, como comprueba el censo efectuado en la zona en 2008.
Una de la gente más reconocidas con el nombre de Aziz fue Abu Mansur Nizar al-Aziz Billah, el quinto califa, cuyo reino empezó en 975 y acabó en 996. Fue popular en la historia solo como al-Aziz.
Según los investigadores de la numerología, la persona llamada Aziz tiene un espíritu aventurero, activo y decidido, siempre y en todo momento muy lleno de energía y con un gusto particular por los retos. Únicamente debes llevar cuidado de que tu terquedad no se interponga en tu vida.